Esta senda circular por el Monte Buciero nos permitirá disfrutar de unos impresionantes acantilados que albergan, entre la fauna y flora, dos faros (Faro del Caballo y Faro del Pescador) que reflejan la tradición marinera de la zona. Caben a destacar también los fuertes y baterías que van constituyendo el recorrido. La única dificultad reside en los 763 escalones de acceso al Faro del Caballo.
¿Cómo llegar al Faro del Caballo?
Para iniciar esta ruta tendremos que dirigirnos a la ciudad de Santoña, que no solo es conocida por sus famosas anchoas si no también por el Faro del Caballo. Anteriormente se podía dejar el coche al inicio de la ruta pero desde hace unos meses, el acceso a éste está prohibido por lo que intentaremos aparcar lo más cercano posible al Fuerte de San Martín, ya que es el punto más cercano al inicio de la ruta.
Una vez aparcados, nos ponemos rumbo al Fuerte de San Carlos donde encontraremos la pista que nos llevará hasta el Faro del Caballo. Empezaremos con una ligera pendiente pero muy pronto esta subida merecerá la pena porque comenzaremos a ver los acantilados del Monte Buciero y ese mar color turquesa tan característico de la zona.
💡 Turtle Consejo
Si siempre decimos que hay que madrugar, en esta ruta incidimos de nuevo. Sobre todo, en verano ya que es una ruta muy concurrida. OJO, es una ruta, no un paseo y para llegar al Faro del Caballo no se para de ascender en ningún momento. No sobra añadir que la bajada y la subida de las escaleras es dura, aunque te encuentres en buena forma física. Id preparados.
Puntos de interés de la ruta
Tras sus 763 escalones, llegaremos al primer punto de interés y el motivo por el que estáis aquí: el Faro del Caballo. Actualmente en desuso y uno de los 9 faros con los que cuenta Cantabria.
Una vez subamos de nuevo los 763 escalones, y tras recorrer un bonito recorrido entre la sombra de los árboles que nos acompañan durante la caminata llegaremos al segundo punto: el Faro del Pescador, desde el cual tendremos unas espectaculares vistas al Mar Cantábrico.
Continuando la ruta llegaremos a la Batería del Águila donde tendremos una bonita panorámica de la playa de Berria, lugar donde, al terminar, os podéis dar un merecido baño (si el tiempo acompaña).
Para finalizar, y ya abandonando los acantilados, continuaremos por una carretera desde la que veremos la cárcel de El Dueso, actualmente en uso como único penal de Cantabria.