Recorremos un bonito bosque bien señalizado hasta llegar a una bifurcación que nos llevará hasta el Roblón de Estalaya, un roble centenario que ha sobrevivido a los rayos y al hacha de los humanos. Con razón este árbol es conocido como “El Abuelo”. Pero el espectáculo no acaba aquí porque después de visitar el Roblón llegaremos a unas increíbles vistas del pantano de Requejada a los pies de las montañas más bonitas de la zona.
¿Cómo llegar al Roblón de Estalaya?
Para llegar al Roblón de Estalaya tendremos que conducir por la autovía A-8 hasta la salida 103, en dirección Aguilar de Campoo. Recorremos la localidad palentina para coger la CL-626 que nos llevará hasta Cervera de Pisuerga.
Una vez allí, cogemos el cruce en dirección Potes por la carretera CL-627. Tras cruzas el puente sobre el embalse de Requejada, giraremos a la derecha en el cruce para coger la PP-2173. No la abandonamos hasta encontrarnos con el cartel que indica la ruta del Roblón de Estalaya.
No hay problema para aparcar, ya que la ruta cuenta con un parking con capacidad.
💡 Turtle consejo
Al ser una ruta sencilla y de corto recorrido os invitamos a hacer también la ruta del Bosque Fosilizado situado muy cerquita de esta y de características similares, para dejar esta zona de la Montaña Palentina bien explorada.
Puntos de interés de la ruta
Iniciamos la ruta por una pista bastante cómoda que nos llevará hasta el roblón. Tras 1 km, nos adentramos en el bosque de robles. Pasados unos metros, nos encontraremos un cruce a la izquierda que deberemos de tomar para llegar a nuestro protagonista del día, el Roblón de Estalaya. Un impresionante roble de más de 500 años con una altura de 17 m y 10,5 m de perímetro en su base.
Tras admirar este regalo de la naturaleza, volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce que cogimos anteriormente para esta vez girar a la izquierda y proseguir nuestra ruta.
Al salir del bosque, nos encontraremos con unas preciosas vistas del embalse de Requejada y la Montaña Palentina de fondo.
Tras este punto ya solo nos queda continuar por la pista junto al embalse para llegar de nuevo al coche.